El tercer programa tuvo nuevos desafíos y momentos de mucho nerviosismo y tensión. Luego de la doble eliminación del programa anterior, a los participantes les quedó muy claro que en esta temporada de MasterChef Uruguay el jurado será más exigente y que todo puede suceder.

En la primera parte, los aspirantes tuvieron que trabajar en duplas, en un desafío que consistió en preparar un clásico de cualquier celebración: una torta. Pero como nada es fácil en esta competencia, la misma tenía que tener algunas particularidades: el bizcochuelo tenía que ser de chocolate y además, debía tener tres capas de relleno. Las duplas fueron elegidas por Alex, que tuvo ese privilegio -o responsabilidad- por haber hecho el mejor plato en la prueba del pollo, en el programa anterior. Cada pareja tuvo 2 minutos para elegir el motivo de su celebración y contó con 75 minutos para preparar la torta. El jurado evaluó la técnica, el sabor y la presentación y, finalmente, salvó a tres duplas.

A continuación, llegó la prueba de eliminación. Allí, los diez participantes con sus delantales negros recibieron la consigna: preparar ñoquis en 60 minutos. En el supermercado, los aspirantes encontraron diez ingredientes diferentes -albahaca, papa, tinta de calamar, espinaca, ricota, calabaza, brócoli, remolacha, boniato y morrón-, uno para cada uno, y ese debía ser el protagonista de sus ñoquis.  Durante el desafío se vivieron momentos de muchísima tensión e incluso hubo un cruce muy fuerte entre una participante y uno de los jurados.

Finalmente, en una opinión dividida entre dos aspirantes que presentaron los peores platos, el jurado determinó que uno de ellos se convirtiera en el tercer eliminado de la competencia.

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