El 7º programa de MasterChef Uruguay trajo muchas sorpresas, momentos de mucha tensión, emoción y una eliminación inesperada.

Celebrando la llegada de la Primavera, para el primer desafío los participantes se trasladaron al Jardín Botánico  de Montevideo. Allí los esperaban Diego y el jurado, para darles la bienvenida e informarles cuál era la consigna: preparar una típica hamburguesa de carrito. Para eso, se dividirían en dos equipos, rojo y azul, y Tomás sería el capitán de uno de ellos, como premio por haber sido el mejor plato en la prueba de eliminación del programa anterior. El otro capitán lo definiría el azar y, finalmente, fue Juan Diego.

En 90 minutos, los participantes tuvieron que preparar 50 hamburguesas caseras, con guarnición de vegetales y salsas con aderezos Hellmann’s para ambas. Los encargados de decidir quiénes serían los ganadores, fueron un grupo de madres e hijos del CEPRODIH -Centro de Promoción por la Dignidad Humana-, una Asociación Civil sin fines de lucro que tiene como fin atender y promover a las familias que por diversos motivos se encuentran atravesando situaciones de vulnerabilidad, y representantes de Unilever -empresa que apoya al CEPRODIH desde hace años-. Tras una votación muy pareja, que se definió con los últimos tres votos, el equipo azul se alzó con la victoria.

De vuelta en las cocinas de MasterChef Uruguay, los seis integrantes del equipo rojo tuvieron que enfrentar la prueba de eliminación. Cada una de las cajas misteriosas contenía un tipo diferente de cítricoquinoto, pomelo, limón, lima, mandarina y naranja-, que sería el ingredientes principal con el que contarían los participantes para preparar un plato que deslumbrara a Sergio, Laurent y Lucía.

Finalmente, el jurado decidió eliminar a una de las participantes más fuertes de la competencia, ante la sorpresa y el desconcierto de algunos de sus compañeros.

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