En la prueba de eliminación del 16º programa de MasterChef Uruguay, Tomás, María Gracia, Diego y Magdalena se encontraron con dos cajas misteriosas, una más grande y otra más pequeña. La caja misteriosa más grande tenía esturión, un pescado conocido por las huevas de caviar. La caja pequeña tenía cangrejos de sirí, traídos directamente de la Laguna de Rocha, ¡y vivos!

Luciana -ganadora del desafío anterior- fue la encargada de designar las cajas misteriosas y María Gracia tuvo la tarea de deslumbrar al jurado con esturión. Al principio la venezolana se sorprendió mucho con esta difícil prueba, pero decidió concentrarse y trabajar al máximo. El resultado fue un muy buen plato, con una presentación prolija que se ganó los elogios del jurado y le permitió subir al balcón como la segunda finalista del programa.

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