El séptimo programa de MasterChef Uruguay fue especial para Mercedes. Primero se emocionó hasta las lágrimas en el desafío de las cajas misteriosas, donde los participantes tuvieron que recordar su infancia y preparar un plato con sabores de aquella época. Mercedes hizo tallarines con albóndigas, siguiendo las recetas de su madre y sus abuelas.

Justamente, ese plato la llevó a vivir otro momento de mucha emoción, ya que la devolución del jurado fue positiva y, por primera vez, Mercedes subió al balcón y no tuvo que enfrentar la prueba de eliminación.

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